Años después, en clases de dibujo técnico nos explicaron que la moda llegaba siempre a España con un par de años de retraso, y recordé las palabras de aquel sabio adolescente. Hoy ocurre los mismo, pero con las nuevas terapias. Y es que, desde diciembre 2018, se ha empezado a aplicar en España la terapia CAR-T subvencionada por la sanidad pública, una terapia aprobada en verano de 2017 en Estados Unidos, país en el que aún no saben cómo pagar esta costosa ($450.000) terapia, que cura a pacientes con determinadas leucemias y linfomas que ya no respondían a ningún tratamiento y cuya esperanza de vida es de pocos meses.

La noticia ha sido divulgada por todos los medios de comunicación, pero pocos la dan correctamente, por eso yo me remito a la nota de prensa del hospital en el que fue tratado, el Sant Joan de Déu. Si bien la terapia ha llegado año y medio después a España, podría decirse que ha sido una aprobación rápida. Pero en lo que destaca España es en la capacidad que tiene por la calidad de su sanidad y de sus hospitales, y en su capacidad para participar en ensayos clínicos. Por eso Álvaro se une a las historias de otros pacientes como el de David, un adolescente que llevaba sufriendo la misma enfermedad desde los 5 años fue tratado durante el ensayo clínico de Novartis, y lleva 3 años libre de enfermedad, por lo que se puede considerar curado. El tratamiento lleva 7 años asombrando a la comunidad médica y científica, pero no todos se curan, alrededor de un 40 % de los pacientes tratados pueden volver a recaer. Sin embargo, la investigación prosigue, y hay decenas de CAR-Ts en desarrollo que no solo tratan de mejorar sus resultados en estas enfermedades, si no que tratan de hacerse útiles en otros tipos de tumores que a día de hoy siguen sin solución. Apostar por la investigación es una apuesta segura pero no da votos, ¿apostarán algún día nuestros políticos por ella?
No hay comentarios:
Publicar un comentario